No tengo claridad si éste es el titulo correcto, quizás podría haber sido "¿Por qué odio el acoso callejero?". Porque aunque no lo crean, SI! La gran mayoría de las mujeres odiamos que nos acose, que nos persigan o que se nos insinúen en la calle.
En mi experiencia personal, he sido, como muchas otras mujeres en Chile y el mundo, victima del acoso callejero. No se qué pasará por la cabeza de aquellos hombres que cuando ven pasar a una mujer cerca de ellos miran de manera descarada, persistente y firme el trasero o los senos de aquella. ¡Atentos hombres! A nosotras no nos agrada para nada eso, odiamos que nos persigan, odiamos que nos griten groserías tan violentas tales como; "Mijita rica, le haría todo menos el aseo", "su padre no tenia pene, tenia un pincel", "le chuparía todo", "quien fuera calzón...". Es sumamente violento.
Puedo recordar un día en que yo iba caminando por una avenida principal, cerca de mi casa, iba con jeans y un poleron que me quedaba muy suelto, (y aunque hubiera ido con tanga y sostenes no lo hubiera justificado tampoco), mientras conectaba los audífonos a mi celular, un muchacho de no mas de 19 años lleno de cadenas brillantes y un gorro que llevaba sobre la cabeza como si fuera una prolongación de ella, se pone a caminar a mi lado sin dejar de mirarme, yo lo noté de reojo e intimidada disminuí el paso para que me adelantara, sin embargo, él se mantuvo a mi lado y luego de unos segundos se me acerca y me pregunta mi nombre, yo comencé a acelerar el paso y el me mantenía el ritmo y me seguía observando muy obstinadamente y me hacia preguntas del tipo "¿donde vives?", "¿Que estudias?", "¿Saldrías conmigo?". Como es obvio no respondí ninguna de ellas y le pedí se alejara, pero el insistía y finalmente muy asustada me metí en un supermercado y lo perdí. Fueron los peores cinco minutos de mi vida y por más que yo me negué a hablarle y a caminar con él, insistía sin ni un respeto por mi espacio personal. Que te aborden así en una avenida transitada, sin ningún pudor es impresionante, estamos en el siglo 21, no es aceptable que nos vean como un objeto sexual, las mujeres no somos eso, somos más que eso y nos corresponde el mismo respeto que a cualquier ser humano.
He oído historias de mujeres que se han encontrado en un pasillo con hombres que las miraban y a medida que se acercaban le iban cerrando el paso contra la muralla solo para intimidarlas y observarlas, tal cavernicolas. Nosotras no pedimos flores y chocolates, no pedimos serenatas, estamos exigiendo respeto. Hay hombres muy caballerosos, no lo desconozco, pero son mucho más evidentes las acciones violentas hacia nosotras.
He sido testigo de hombres que fotografían las piernas o el trasero de mujeres en la calle y cuando uno les dice algo o los mira salen corriendo o se ponen agresivos y acusarlos a la policía no tiene siempre un resultado favorable, porque también es una institución machista y te dicen "bien, ya iremos a ver" y cuando llegan como es lógico no dan con el acosador.
Me parece aberrante ver a padres que le enseñan a sus hijos pequeños a gritarles piropos a las mujeres desde la ventana de su auto. ¿Por qué no enseñar respeto?, ¿Por qué no enseñan a no acosar? La violencia, el acoso y las violaciones pueden ser evitadas, pero depende bastante de cómo se educa a los hombres de pequeños y si seguimos con estos ejemplos nada cambiará.
Espero les haya gustado esta entrada, saludos!